La situación actual está empezando a ser dramática. Los cultivos más importantes fueron ‘domesticados’ con un clima más suave. El rendimiento cae con temperaturas altas; el rendimiento de los cultivos bajó entre un 25% y un 50%, dependiendo del cultivo. Y las temperaturas van en aumento. En relación con el agua. La agricultura más productiva se irriga con el agua que proviene de las profundidades subterráneas, de acuíferos fósiles, y estos se están agotando cada vez más rápido en todas las partes el mundo. Todo esto indica que estamos alcanzando los límites de utilización de los recursos del planeta. Y, aun así, la población sigue creciendo.

Cada vez somos más conscientes de que debemos producir alimentos de una forma más sostenible si queremos dejar la tierra en condiciones razonables para nuestros descendientes. Quiere decir que debemos producir 1,5 a 2 veces más de lo que producimos ahora, utilizando menos tierra, menos agua, menos energía y menos sustancias químicas.

Es un gran desafío, sin embargo. La agricultura fue la que potenció la expansión multiplicada por siete de la población durante los últimos dos siglos. Entonces, lo que necesitamos ahora es sólo duplicar los suministros de alimentos. Esto se logrará, básicamente con la combinación de la biología, la química y la tecnología.