¿Sabías que el término Revolución Verde se utilizó para denominar el importante incremento de la producción agrícola que se dio entre 1940 y 1970? Con el científico estadounidense, Norman Borlaug, considerado por algunos como el padre de la agricultura moderna, por cada aporte al campo que llevo a cabo y transformó la manera de cosechar y producir.
La producción agrícola mundial ha sufrido un sin número de cambios en los últimos dos siglos. Se consideraba que el papel del sector agrícola era el de ayudar al desarrollo industrial, que era el elemento esencial de la estrategia de crecimiento, por lo cual se dio uno de los mayores avances en el sector productivo y económico.
Actualmente, en los países en pleno desarrollo, donde la falta de agua, las plagas y enfermedades de los cultivos y la falta persistente de infraestructura amenazan a la agricultura, la tecnología está proporcionando las herramientas que remedian estas situaciones, ¿Es esta una nueva Revolución Verde?
Los agricultores poco a poco se han sensibilizado sobre el Internet de las cosas y, a la inversa, están utilizando estas tecnologías para mejorar sus capacidades de producción y distribución. La tecnología 0G, la base de la Agrotech de NXTAgro, se ha convertido en una herramienta omnipresente para que los agricultores obtengan información valiosa sobre el manejo de los cultivos, los pronósticos meteorológicos y las políticas relacionadas con la agricultura. La Agrotech, de la mano de la tecnología IoT y las prácticas agronómicas que se desprenden de éstas, incrementan los niveles de producción.
La tecnología siempre ha funcionado como un progreso en la agricultura. Desde instalaciones de almacenamiento hasta cultivos de invernadero, lo cual ha permitido la producción de más con pocos recursos.
La revolución verde, como todo acontecimiento grande en la historia, tuvo un proceso de pruebas y experimentaciones, impulsado por la necesidad de poder aumentar la producción en situaciones de crisis y necesidad agrícola en el mundo. Así ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, pues se apreció que la alimentación de los países desarrollados no puede depender de la estabilidad política (o de la cosecha) de unos pocos países, por eso las grandes corporaciones estadounidenses ven como un buen negocio la extensión de los cultivos a otros países. Pero para que el incremento de los costes de transporte fuese compensado, la productividad de la tierra debía de ser mayor.
La primera Revolución Verde fue considerada como un cambio radical en las prácticas agrícolas hasta entonces utilizadas y fue definida como un proceso de modernización de la agricultura, donde el conocimiento tecnológico suplantó al conocimiento empírico determinado por la experiencia práctica del agricultor. Los agricultores pasaron a emplear un conjunto de innovaciones técnicas sin precedentes, entre ellas los agrotóxicos, los fertilizantes inorgánicos y, sobre todo, las máquinas agrícolas.
En esta Revolución Verde han sido de gran valor los estudios que desde la historia de la ciencia han iluminado la genealogía de las innovaciones biológicas, químicas y mecánicas, con particular énfasis en las primeras.
Asimismo, similar importancia ha tenido las perspectivas agrarias y ambientales que han ido más allá de los resultados macroeconómicos de la Revolución Verde, para explicar dónde, cómo y quiénes aplicaron las innovaciones que constituyeron el denominado paquete tecnológico: semillas mejoradas, fertilizantes, pesticidas y maquinaria.
La relevancia de lo anterior queda expuesta si se piensa que la agricultura se realiza en un nicho ecológico concreto: en cierto clima, con cierto régimen pluviométrico o acceso hídrico, y en un medio edáfico determinado. Entre los años cincuenta y sesenta se inició un proceso de rápida expansión de la agricultura de base inorgánica en México.
Para 2050, habrá un incremento de la población mundial, alcanzando la asombrosa cifra de 9,100 millones de personas en todo el mundo. Abastecer a este número de personas implica elevar el nivel de producción de alimentos en más del 70%, según las Naciones Unidas.
La tecnología, y en específico la agrotecnología, tienen la clave para precipitar este aumento. Siempre que la tasa de evolución tecnológica se mantenga a la par de la innovación agrícola, se puede esperar una eficiencia, eficacia y productividad aún mayores del sector.
¿Quieres saber cómo integrar nuestra tecnología a tus cultivos? ¡Déjanos tus datos!
Autor